Diferencias entre leasing y renting: ¿Cuáles son?

diferencia entre leasing y renting

La adquisición de activos es una de las decisiones de mayor calado que hay que tomar cuando se está al frente de un negocio. Sin embargo, ya existen fórmulas que permiten acceder a bienes, como vehículos, sin tener que invertir en su compra. Esto nos lleva a hablar de la diferencia entre leasing y renting.

Son términos tan similares que es normal confundirlos, pero existen importantes disparidades entre ellos que es interesante conocer para saber cuál es la mejor elección en cada caso concreto.

Si tienes dudas sobre qué alternativa es mejor para tu negocio, presta atención. A continuación, explico en qué consisten y cuándo debemos considerar cada una de ellas.

¿Qué diferencia hay entre leasing y renting?

En caso de que estés pensando en adquirir determinados recursos para tu organización por alguna de estas dos fórmulas, debes saber que la diferencia entre renting y leasing no es meramente financiera. 

A la hora de elegir entre una u otra, influyen otros factores como las metas que persigue la empresa, o sus perspectivas respecto al futuro. Veamos en qué consisten estas alternativas.

¿Qué es el renting?

Para poder entender mejor las diferencias entre ambas operaciones, es importante tener claro qué es renting y leasing, así que empezaremos definiendo el primero de estos conceptos.

Renting o arrendamiento operativo es una forma de alquiler de activos a largo plazo.

Aunque estamos acostumbrados a oír hablar del renting de vehículos para empresas o autónomos, también se puede acceder a maquinaria y otros equipos de trabajo como fotocopiadoras o impresoras 3D. En esta operación distinguimos dos partes:

  1. Por un lado está el arrendador, que es la empresa de renting.
  2. y, por otro lado, está el arrendatario o cliente. 

Tras la firma del contrato, el cliente podrá disfrutar de ese activo durante el tiempo pactado a cambio de una renta fija. Llegado el vencimiento, el cliente puede renovar el contrato y obtener un activo más nuevo, o dar por finalizada la relación y devolver el bien arrendado.

Algunas de las ventajas del renting más destacadas son:

  • Flexibilidad financiera. Es una herramienta más para conseguir rentabilidad económica y financiera, porque la empresa o profesional puede acceder a los activos que necesitan para seguir creciendo, sin necesidad de tener que hacer un desembolso o inversión significativa inicial.
  • Mantenimiento y servicios incluidos. A largo plazo, el renting supone un ahorro, porque en la cuota pagada se incluyen los gastos de mantenimiento y reparación del bien arrendado.
  • Actualización tecnológica. Cada pocos años, se puede acceder a una nueva versión de un equipo de trabajo, maquinaria o vehículo, lo que permite disfrutar de las ventajas que se derivan de la última tecnología: menor consumo, trabajo más rápido, etc.

¿Qué es leasing?

Seguimos avanzando para ver qué es leasing y renting. Ahora, nos centramos en el conocido como arrendamiento financiero o leasing financiero.

En el leasing, hay un empresa (arrendador) que cede a un cliente (arrendatario) el uso de un activo a cambio de los pagos periódicos acordados. 

Hasta aquí, las diferencias entre leasing y renting no parecen muy notables, pero la clave está en lo que ocurre al final del contrato. 

Tratándose de un leasing, una vez agotado el plazo previsto, el cliente tiene la posibilidad de adquirir el activo pagando el valor residual que viene preestablecido.

Para verlo de una manera más sencilla, el renting sería similar a cualquier otro alquiler, mientras que el leasing es más bien un alquiler con opción a compra. No obstante, el arrendatario no tiene ningún compromiso de comprar el bien al finalizar el contrato; puede devolverlo y celebrar un nuevo acuerdo por otro activo más nuevo, o devolver el bien y dar por finalizada totalmente la relación con el arrendador financiero.

Volviendo de nuevo al leasing, este tiene una serie de ventajas que es importante que tengas en cuenta:

  • Diversificación de riesgos financieros. Como la empresa o el profesional no tienen que invertir de una vez una gran cantidad de dinero para comprar un activo, puede destinar esos fondos a otras inversiones. Lo que se consigue con esto es disminuir el riesgo si alguna de esas inversiones sale mal. Además, esto mejora los flujos de caja. Tema en el que te hablo en mi artículo sobre qué es el cash flow.
  • Preservación de la capacidad crediticia. El leasing permite acceder a activos para el negocio sin necesidad de tener que solicitar un préstamo. Esto mantiene intacta la capacidad crediticia de la empresa o el profesional, y les permite recurrir a las entidades financieras si lo necesitan más adelante para cubrir otros gastos.
  • Menor riesgo de obsolescencia. El cliente puede renovar el activo cada vez que acaba el tiempo previsto para el contrato. De esta manera, se asegura de contar siempre con bienes de última generación.

Diferencias entre leasing y renting

Las diferencias entre ambas figuras son sutiles, pero están ahí y pueden ser importantes para el crecimiento de tu negocio. Por eso, vamos a analizarlas en detalle:

  • Propiedad del activo. En ambas fórmulas el arrendador es el propietario del bien durante toda la duración del contrato, lo que tiene el arrendatario es un derecho de uso. Sin embargo, en el leasing existe la posibilidad de adquirir ese bien una vez finalizado el contrato, algo que no es posible en un renting.
  • Duración del contrato. Los contratos de renting suelen ser algo más cortos. Como el arrendatario no va a adquirir el bien, el arrendador prefiere recuperarlo antes de que se desgaste demasiado. Por el contrario, en el leasing al arrendador le interesa que el arrendatario le compre el bien al final del contrato y, precisamente por ello, la duración del acuerdo suele ser más amplia.
  • Actualización de activos. Ambas fórmulas permiten contar siempre con activos de última generación, pero la posibilidad se limita en el caso del leasing si el cliente decide adquirir el bien una vez que finaliza el contrato.
  • Responsabilidad y mantenimiento. Por regla general, en el renting el propietario o arrendador asume todos los costes de mantenimiento y reparación del bien. En el leasing, es posible que algunos de estos gastos deban ser asumidos por el arrendatario.

Ya conoces la diferencia entre leasing y renting, así que ahora debería resultarte más sencillo escoger cuál es la mejor fórmula de adquisición de activos para tu negocio. Aún así, si tienes dudas, te invito a contactar conmigo y saber más sobre mi servicio de consultoría de negocio.

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