¿Qué es el ratio de tesorería y cómo se calcula?

ratio de tesorería

En el mundo empresarial adelantarse a cualquier imprevisto es clave para actuar a tiempo y evitar situaciones indeseadas que puedan poner en riesgo la supervivencia de un negocio. Por ello, los profesionales responsables del ámbito financiero trabajan día a día con indicadores clave como lo es el ratio de tesorería.

Hacer un seguimiento del mismo, ayuda a las organizaciones a tener un mayor control sobre la gestión de tesorería y a prevenir la falta de liquidez. A continuación, explicaremos qué es y cómo se calcula.

Qué es el ratio de tesorería: Interpretación

El ratio de tesorería, también conocido en el ámbito financiero como el coeficiente de liquidez inmediata, es un indicador clave de rendimiento. Y mide la capacidad de una empresa para saldar sus deudas a corto plazo, sin necesidad de recurrir a la venta de sus inventarios. 

En otras palabras, evalúa cómo está posicionada una empresa para enfrentar sus obligaciones más inmediatas con los activos más líquidos que posee, ofreciendo una visión precisa de su liquidez.

Por ello, además de ser una herramienta importante para la empresa, es clave para inversores y analistas financieros que desean estar al tanto de la estabilidad financiera de la misma.

Ahora bien, ¿qué hay de la interpretación del ratio de tesorería? Para poder evaluar este indicador, antes de nada es preciso aplicar la fórmula correspondiente y obtener un valor con el que trabajar.

Normalmente el valor de referencia es el 1 y, según según sea el resultado, se presentan diferentes escenarios:

  • Un valor superior a 1: indica que la empresa tiene más que suficiente efectivo y equivalentes de efectivo para cubrir sus pasivos a corto plazo, reflejando una sólida posición de liquidez. 
  • Un ratio inferior a 1: sugiere que la empresa podría enfrentar desafíos para atender sus compromisos financieros inminentes, lo que podría señalar problemas de liquidez que necesitan ser abordados.

En resumen, cuando se aplica la fórmula del ratio de tesorería y se obtiene un valor alto, hablamos de una posición de tesorería óptima. Cuando es bajo, sucede todo lo contrario.

Por otro lado, conviene añadir que si el ratio de tesorería resulta inferior a 0,3, la situación es preocupante y la empresa debe actuar y tomar medidas rápidas. Hablamos, por ejemplo, de:

  • Reducir tiempos de cobros a clientes.
  • Ampliar periodos de pagos a los proveedores.
  • Renegociar una deuda a corto plazo para transformarla en una a largo plazo.

En cambio, si el resultado está por encima de 2, nos encontramos con un exceso de liquidez. Lo cual tampoco favorece a la empresa. 

En este caso, lo ideal es tomar medidas como invertir en temas que puedan dar lugar a un rendimiento aceptable sobre el activo. O pedir asesoramiento en una consultoría de negocio  para elegir la dirección más beneficiosa para el negocio.

Diferencia entre ratio de liquidez y tesorería

Aunque a menudo se habla de ellos de manera indistinta, es crucial distinguir entre el ratio de tesorería y el ratio de liquidez general. 

El ratio de tesorería se enfoca, concretamente, en aquellos activos de la empresa que son líquidos (efectivo y equivalentes), frente a sus pasivos a corto.

Por su parte, el ratio de liquidez general o ratio corriente incluye todos los activos corrientes, como incluidos inventarios, cuentas por cobrar, etc. en su cálculo. 

Esta distinción es fundamental para los analistas y gestores financieros, ya que el ratio de tesorería ofrece una medida más conservadora y quizás más reveladora de la liquidez inmediata de una empresa.

Cómo se calcula el ratio de tesorería: Fórmula

Para comprender cómo se calcula el ratio de tesorería, es importante familiarizarse con su fórmula. La fórmula del ratio de tesorería es relativamente sencilla y se expresa como:

Ratio de tesorería = (activo disponible + activo realizable) / pasivo corriente

En esta ecuación:

  • Activo disponible: se refiere al efectivo en mano, en bancos y las inversiones a corto plazo que pueden liquidarse rápidamente.
  • Activo realizable: incluye las cuentas pendientes de cobro y otros activos convertibles en efectivo a corto plazo. 
  • Pasivo corriente: abarca todas las deudas y obligaciones que vencen en el próximo año.

Esta fórmula, por lo tanto, no solo evalúa la liquidez instantánea mediante el efectivo disponible, sino que también considera aquellos activos que pueden transformarse rápidamente en efectivo.

De este modo, ofrece una perspectiva más amplia sobre la capacidad de la empresa para manejar sus compromisos a corto plazo.

Dicho esto, veamos un ejemplo de cómo se calcula el ratio de tesorería. Imagina que una empresa tiene como activo corriente:

  • Activos líquidos: 20.000 €
  • Cuenta por cobrar: 30.000 €
  • Inventario: 40.000 €

Y como pasivo corriente:

  • Cuentas por pagar: 25.000 €
  • Préstamos a corto plazo: 35.000 €

Con todo ello, la fórmula del ratio de tesorería quedaría:

Ratio de tesorería = (20.000 + 30.000 + 40.000 ) / (25.000 + 35.000)

Y el resultado sería igual a 1.5. Esto indica que el ratio de tesorería de la empresa en cuestión es aceptable. Está por encima de 1 y quiere decir que tiene suficiente efectivo.

Eso sí, se recomienda vigilar este indicador de manera precisa para que no baje. Si lo hiciera, la situación cambiaría por completo y se estaría poniendo en riesgo la rentabilidad. 

Para terminar, podemos decir que saber cómo se calcula el ratio de tesorería, junto con su interpretación correcta, permite a los empresarios tomar decisiones informadas sobre la gestión de la liquidez, las inversiones y el financiamiento. 

Igualmente, mantener un ratio de tesorería óptimo es crucial para garantizar la estabilidad financiera y la viabilidad a largo plazo de cualquier empresa.

Si necesitas ayuda para controlar y hacer seguimiento de este indicador, escríbeme. A través de mi consultoría empresarial, podremos determinar el valor del ratio de tesorería y trazar una hoja de ruta en caso de que sea necesario tomar medidas para corregirlo.

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