Cómo gestionar la tesorería de una empresa

gestión de tesorería

En la actualidad, la salud financiera de una organización está ligada a cuestiones como la administración de los flujos de efectivo, las inversiones estratégicas y el manejo de los riesgos, entre otras. Todos estos procesos se dan dentro de lo que se conoce como gestión de tesorería.

No importa si estamos ante una gran multinacional o ante una pyme, si esta no es capaz de gestionar su tesorería de forma eficiente, lo tendrá muy complicado para enfrentar los retos financieros que impone el mercado. Por tanto, estamos hablando de una actividad que tiene una gran relevancia en el devenir de cualquier negocio. A continuación, explicaré qué es y cómo gestionar la tesorería de una empresa.

¿En qué consiste la gestión de tesorería?

Pensemos a nivel particular. Todos nosotros tenemos gastos que debemos afrontar y para ello, necesitamos tener dinero líquido, ya sea en efectivo o en nuestras cuentas corrientes.

Con esta liquidez es con la que vamos a hacer frente al pago de los recibos de la luz y del agua, pero también al pago de la compra semanal en el supermercado.

En el caso de las organizaciones ocurre algo similar. Como personas jurídicas, estas realizan operaciones comerciales y tienen que pagar por los servicios o productos recibidos de sus proveedores. Es decir, que también necesitan liquidez y es aquí cuando entra en juego la gestión de la tesorería.

Porque esta engloba un conjunto de operaciones que buscan optimizar la liquidez o, lo que es lo mismo, que haya dinero suficiente para hacer frente a los pagos.

Control y gestión de tesorería: Definición

La labor de gestión y control de tesorería forma parte de la dirección financiera básica de cualquier negocio. A través de ella, es posible conocer con detalle el estado de liquidez de la empresa, el dinero que tiene disponible para hacer frente a futuros pagos y también para llevar a cabo inversiones.

Incluye labores de planificación, de control y seguimiento de los flujos de efectivo y de los recursos financieros que tiene la organización. 

Todo ello con el fin de asegurar que habrá dinero suficiente para atender a las obligaciones financieras y, a su vez, optimizar el uso de los recursos monetarios disponibles. 

¿Cómo gestionar la tesorería de una empresa?

Como acabamos de señalar, esta es una labor compleja que incluye diferentes tareas. En esta ocasión, vamos a ver algunas de las más importantes de cara a asegurar una buena salud financiera del negocio.

Elaborar un presupuesto de tesorería

La gestión de tesorería a nivel operativo es muy complicada si no hay una previa planificación. En este caso, esa planificación se materializa a través de la elaboración de un presupuesto de tesorería.

Se trata de un documento que recoge la previsión de cobros y pagos para un período determinado (generalmente un año mensualizado), y que servirá como punto de referencia para saber si es necesario nueva financiación para la empresa. Ya sea con entidades bancarias, inversores vía ampliación de capital, o bien llevando a cabo un plan para mejorar los cobros y pagos de la empresa.

Monitorizar los flujos de efectivo

Con anterioridad ya hemos visto qué es el cash flow y la importancia que tiene a la hora de tomar decisiones dentro de la empresa. Esto hace de su monitorización una de las tareas básicas dentro de la gestión de tesorería.

La mejor manera de estar informado sobre el estado de los cobros y los pagos, es llevar un registro lo más detallado posible de los ingresos y gastos diarios, semanales o mensuales. 

Esto permite conocer los patrones de flujo de efectivo de la empresa, anticipar problemas de liquidez y buscarles una solución efectiva.

Controlar los cobros

Otra tarea fundamental dentro de la gestión de tesorería es controlar los cobros por parte de los clientes.

Si no se recibe a tiempo el pago de una factura, estaremos ante un problema de liquidez. 

Para que no ocurra, es necesario hacer un seguimiento de los créditos pendientes de pago y, si se detecta algún retraso, es conveniente reclamarlo lo antes posible.

En sectores en los que el retraso en el pago de facturas es algo habitual, una alternativa es anticipar los cobros a través del factoring. Con este sistema, la empresa vende sus facturas a una empresa especializada, a cambio de una comisión sobre el importe de las mismas. Se pierde algo de dinero, pero a cambio se gana en liquidez.

Gestión de pagos

Cuando se trata de cómo gestionar la tesorería de una empresa, tan importante es controlar los cobros como hacerlo con los pagos. Porque cualquier retraso puede dar lugar a la aplicación de intereses de demora y recargos en la gestión de tesorería. Incluso puede provocar que se pierda la confianza del proveedor y este deje de trabajar con nosotros.

Los compromisos de pago deben abordarse en el plazo pactado para ello. Si no hay liquidez suficiente, hay que prever esto con suficiente antelación para buscar soluciones como solicitar más tiempo para el pago, negociar un pago a plazos u obtener dinero a préstamo.

Negociar condiciones con proveedores y clientes

Una buena negociación puede ser clave para mejorar la liquidez del negocio. Por eso, esta se incluye dentro de las labores relacionadas con la gestión de tesorería.

En la medida de lo posible, es importante intentar conseguir plazos de pago más amplios frente a los proveedores, a la vez que ajustar el plazo de cobro a los clientes. 

Si los clientes pagan antes y los proveedores nos dan más tiempo para abonar las facturas, es menos probable que surjan problemas de liquidez.

Controlar los gastos

Un exceso de gasto puede afectar a la liquidez del negocio. Para que ésta no se vea afectada, es necesario hacer un análisis exhaustivo de los gastos que se están realizando y asegurarse de que no hay desviaciones significativas con respecto al presupuesto de gastos.

Al controlar los gastos, conseguimos que los recursos se utilicen de una manera más eficiente, lo que también contribuirá a mejorar la liquidez.

Refinanciar las deudas actuales

En ocasiones, nuestro negocio es viable y rentable pero se ve mermada la tesorería debido a un alto endeudamiento, que implica tener que pagar elevadas cuotas de préstamos. En algunos casos prácticamente toda la liquidez que genera el negocio se destina al pago de deudas.

En estos casos, puede ser conveniente refinanciar la deuda actual, es decir, negociar con las entidades bancarias para aumentar el plazo de devolución de la deuda. Por ejemplo, si tenemos que devolver un préstamo a 5 años, alargarlo a 7 u 8 años.

Aumentar el endeudamiento

Si el negocio es viable y rentable, pero el problema de liquidez en la gestión de tesorería proviene del desfase en los plazos de cobro y pago, una solución es recurrir a los bancos en busca de financiación para lo que se denomina circulante. Aquí estamos hablando de pólizas de crédito, confirming o anticipos de facturas.

Esto suele ocurrir en empresas en crecimiento, donde el desfase de cobros y pagos se hace más grande por el aumento de ingresos y es completamente necesario y justificado aumentar el endeudamiento a la realidad actual. 

Ampliación de capital

Otra opción si anticipamos futuros problemas de tesorería, es acudir a una ampliación de capital en la empresa.En este último caso, el dinero proviene de personas o entidades privadas que aportan dinero al negocio a cambio de una participación de la sociedad, es decir, se convierten en accionistas (dueños) de la empresa.

Conclusiones sobre la gestión de tesorería

Estas que hemos visto son algunas de las labores más importantes en la gestión de tesorería. Pero debes tener en cuenta que este es un proceso continuo y dinámico, por lo que nunca viene mal contar con el apoyo de un consultor financiero o cfo externo.

Si necesitas cubrir este rol profesional en tu empresa, ponte en contacto conmigo. Tras conocer el proyecto podremos trazar una estrategia adaptada que te asegure una buena gestión de tesorería.

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