En el ámbito de la gestión financiera y de los negocios son muchos los conceptos que debemos conocer y trabajar. Uno de ellos es el punto muerto o umbral de rentabilidad.
Su importancia es tal que, gracias a él podemos saber si la empresa está ganando o perdiendo dinero. Debido a ello, y otros elementos que veremos a continuación, disponer de este dato es fundamental para cualquier empresa. Si quieres conocer en detalle qué es y cómo calcularlo, en los siguientes párrafos lo aclaro.
Punto muerto o umbral de rentabilidad: Definición
El primer paso, para tener una base de conocimiento consistente alrededor de este concepto, es prestar atención a su definición:
El punto muerto o umbral de rentabilidad hace referencia al nivel de actividad de una empresa en el que los ingresos son iguales a los costos totales (variables y fijos). En ese punto, el negocio ni gana ni pierde dinero.
Todo va a depender, principalmente, del margen que tenemos de nuestras ventas (ingresos menos gastos variables de cada venta) y los gastos fijos. Lo interesante aquí es tener claro este dato para crear estrategias comerciales que nos ayuden a superarlo y con ello obtener más beneficios.
Es más, este concepto de punto muerto o umbral de rentabilidad se utiliza para establecer el nivel de ventas que se necesita alcanzar para empezar a hablar de beneficios empresariales.
Cuando se supera se habla de ganancia y, cuando se sitúa por debajo, la empresa se enfrenta a una situación de pérdidas. Se trata de un concepto aplicable tanto a empresas de nueva creación como a las ya existentes.
Sin embargo, en el caso de las primeras, calcular el umbral de rentabilidad cobra especial importancia; nos informa sobre cuánto van a tener que vender para empezar a generar beneficio. Les sirve para tener una idea aproximada sobre el tiempo que pasará hasta que la empresa sea rentable.
Adicionalmente, es importante tener en cuenta si esas ventas son alcanzables, es decir, si con los costes fijos que tenemos vamos a tener capacidad productiva suficiente para llegar a ese nivel de ingresos.
Cómo calcular el umbral de rentabilidad o punto muerto
Estamos ante un concepto que se puede expresar tanto en unidades vendidas como en volumen de ingresos. Y para calcularlo es necesario conocer dos datos muy relevantes:
- Costes fijos: Son aquellos que no varían en función del número de ventas que la empresa haga. Es decir, se tendrán que asumir tanto si las ventas son altas como si son bajas. Algunos ejemplos son: el alquiler de las instalaciones, las nóminas de los trabajadores o los impuestos.
- Costes variables: Estos sí que fluctúan según el número de ventas que exista. Son, por ejemplo, los materiales necesarios para la producción, el coste del producto que distribuimos o las comisiones que pagamos a terceros para realizar las ventas (ya sea a terceros o a empleados) .
Una vez se tienen claros estos datos, para explicar cómo calcular el umbral de rentabilidad o punto muerto debemos hablar de margen de contribución por unidad.
Este otro elemento que entra en juego se utiliza para cubrir los costos fijos o conseguir beneficios. Cuanto mayor sea, menor será la cantidad de ventas que se necesita alcanzar para cubrir costos fijos.
Por otro lado, cabe destacar que, además de las variables mencionadas, a veces se añaden otras que pueden influir en el resultado final. Por ejemplo, el margen de beneficio deseado, la cantidad de unidades que se espera vender o el costo variable unitario real. En consecuencia, se trabajan fórmulas más complejas.
Fórmula de umbral rentabilidad o punto muerto
Ahora que sabemos qué datos debemos manejar para poder hablar sobre cómo se calcula el umbral de rentabilidad o punto muerto, es momento de mostrar su fórmula. Ésta es la siguiente:
Punto Muerto = Costes Fijos / (Precio de Venta – Coste Variable Unitario)
¿Qué te parece si ponemos un ejemplo para entenderla mejor? Imagina que una empresa vende un determinado producto por un precio de 100€ la unidad. Los costes fijos de la misma son 10.000€ mensuales y el coste variable unitario de la producción es de 50€. ¿Cuál es el punto muerto o umbral de rentabilidad?
Punto Muerto = 10.000 / (100 – 50) Punto Muerto = 10.000 / 50 Punto Muerto = 200 unidades
¿En qué se traduce este cálculo? De aquí se puede deducir que es fundamental que la empresa venda como mínimo 200 unidades mensuales para no perder dinero. Es decir, con 200 unidades vendidas se cubren los costos. A partir de esa cifra, se empieza a obtener beneficios.
Después de ver cómo funciona la fórmula umbral de rentabilidad o punto muerto, me gustaría recalcar algunos aspectos clave:
- El punto muerto no es una cifra fija sino que puede variar:
Esto sucede sobre todo cuando los costos fijos aumentan. Si sube por ejemplo el precio del alquiler de la oficina, el punto muerto o umbral de rentabilidad de la empresa también lo hará.
También ocurre cuando el margen de contribución se reduce por el incremento de los costes variables. Por ejemplo, si producimos un producto y se incrementa el coste de las materias primas para producirlo, en este caso tendremos que repercutir la subida a nuestros clientes ya que sino el margen de contribución se reduce y por lo tanto incrementa el punto muerto.
Esto nos lleva a una conclusión extremadamente importante: es preciso revisarlo de manera periódica para garantizar que la empresa se mueve en cifras rentables.
- El umbral de rentabilidad es una herramienta de toma de decisiones:
Saber calcular este dato no es suficiente para mantener la rentabilidad de la empresa. Para ello es fundamental saber interpretarlo y aplicarlo a la hora de tomar decisiones empresariales importantes.
De este modo, si es alto, se recomienda evaluar los costos fijos y tratar de reducirlos. Igualmente también se puede optar por aumentar el precio del producto o servicio para incrementar el margen de contribución. Sea como sea, se deberán tomar medidas para conseguir un mayor margen de contribución por unidad.
- Separar los costos fijos de los variables puede ser complejo:
En estos casos lo que se hace es utilizar la técnica del análisis de punto de equilibrio. De este modo, sabremos el tratamiento que debemos darle a cada uno de ellos. Esta técnica se basa en los datos históricos de la empresa, así como el comportamiento de dichos costos y su relación con el nivel de ventas.
Para terminar me gustaría decir que, si en tu empresa no existe la figura de un especialista financiero o se desconoce el significado del CFO para una empresa, es algo que puedes delegar en la figura de un consultor.
Si quieres que me involucre en tu organización y, así, vigile de cerca los distintos parámetros financieros que puedan afectar a tu rentabilidad y supervivencia, ponte en contacto conmigo. Después de conocernos podré ayudarte a conseguir tus objetivos con una estrategia clara y supervisada.