Definición y fórmula para calcular el fondo de maniobra

fondo de maniobra

En el área financiera de una compañía se manejan multitud de conceptos y términos de cierta complejidad que no todos los miembros del negocio conocen. Uno de ellos es el fondo de maniobra, un elemento clave en cualquier ejemplo de plan de empresa.

De manera global, se podría decir que está estrechamente ligado a la liquidez del negocio. Y que suele ser un aspecto en el que los empresarios ponen especial atención, o al menos deberían. Saber si es positivo, negativo o cercano a cero, evitará consecuencias indeseables como la interrupción de la actividad.

Sea como sea, el fondo de maniobra nos informa sobre la capacidad que tiene una compañía para afrontar aquellos pagos pendientes o deudas.

Sin duda, es importante saber qué es y cómo se calcula. A continuación, se abordarán cada una de estas cuestiones.

¿Qué es el fondo de maniobra?

Antes de entrar en calcular el fondo de maniobra o interpretar los posibles resultados que se puedan obtener tras aplicar su fórmula, como profesional me gustaría decir que, a pesar de ser un procedimiento sencillo, si no se tiene experiencia, lo mejor es delegar en expertos. 

Un mal resultado o una interpretación errónea pueden llevar a pensar en una situación que no es la real del negocio. Y, en este sentido, tomar decisiones desacertadas pueden poner en riesgo su continuidad.

Imagina que el resultado es positivo, ahora veremos qué significa esto, y que una mala recogida de datos nos lleva a un resultado negativo. El efecto sería el mismo que si mandamos a reparar el motor de un coche cuando lo que tiene averiado es el sistema eléctrico.

Definición del fondo de maniobra y su interpretación

Como decíamos, se trata de un término financiero que hace referencia a los recursos de los que dispone una empresa para poder responder ante sus pagos pendientes más inmediatos. 

En otras palabras, es un concepto que informa sobre la capacidad que tiene un negocio para poder desarrollar su actividad sin interrupciones. En definitiva, gracias a él sabremos cuál es la salud financiera de una empresa.

Su cálculo nos ayuda a estar al día de la situación contable de la organización. Además, es de vital importancia para ejecutar una buena gestión y garantizar la continuidad de la misma a largo plazo.

En cuanto a su interpretación, es fundamental saber qué significa un fondo de maniobra negativo, positivo o igual a cero.

  • Fondo de maniobra negativo. Este hace alusión al peor escenario de todos. Si al calcularlo obtienes un resultado negativo, quiere decir que el negocio no tiene recursos suficientes para responder ante todos los pagos pendientes que tiene en el corto plazo. Es decir, carece de liquidez.
  • Fondo de maniobra positivo. En el extremo opuesto al anterior encontramos el fondo de maniobra positivo. Este resultado indica que la empresa sí tiene recursos para afrontar sus pagos y, además, tiene un excedente del activo. Este excedente se corresponderá con el resultado de la aplicación de la fórmula del fondo de maniobra.
  • Fondo de maniobra igual a cero. Por último, cuando el resultado es cero, la interpretación del fondo de maniobra nos lleva a pensar en una situación de riesgo. Es decir, este escenario indica que, o tomamos medidas inmediatas, o podríamos entrar en falta de liquidez.

¿Cómo calcular el fondo de maniobra?

Ahora que sabemos qué es el fondo de maniobra, es el momento de pasar a explicar cómo se obtiene este dato.

Para ello, la persona responsable de ejecutarlo debe saber qué es un activo corriente y un pasivo corriente. Son los dos elementos que entran en juego en la definición del fondo de maniobra.

  • Activo corriente. Hace referencia a todo aquello que la organización puede transformar en dinero en el corto plazo. Éste se define como aquel inferior a 12 meses. Algunos ejemplos de activo corriente son: el dinero de cuentas bancarias, el stock o existencias de producto, los clientes pendientes de cobro y las inversiones de carácter financiero que tenga la empresa que se vayan a cobrar antes de 12 meses.
  • Pasivo corriente. Este otro concepto está ligado a la totalidad de obligaciones que tiene un negocio también en el corto plazo. Hablamos de deudas o cualquier otra obligación de pago que se deba efectuar en menos de 12 meses. Normalmente, son las cuotas de préstamos a pagar en los próximos 12 meses (sin los intereses), pólizas de crédito o confirmings, así como las deudas con proveedores, acreedores, Hacienda y anticipos de clientes.

Teniendo ambos conceptos claros, veamos cómo calcular fondo de maniobra. Para ello, compartiré una fórmula muy sencilla, pero, como decía antes, que hay que saber aplicar e interpretar al detalle.

Fórmula del fondo de maniobra

La fórmula de la que vengo hablando y que nos va a ayudar a conocer la situación actual del negocio en cuanto a liquidez es la siguiente:

Fondo de maniobra = activo corriente – pasivo corriente

Activo corriente = Existencias + Deudores + Efectivo

Pasivo Corriente = Deudas con entidades bancarias a corto plazo + Proveedores + Acreedores + Deudas con Hacienda + Anticipos de clientes

De este modo, imagina que tienes un negocio que tiene 6.000.000€ en activos corrientes y 4.500.000€ en pasivos corrientes. Al aplicar la fórmula del fondo de maniobra obtenemos un resultado de 1.500€.

Si hacemos una buena interpretación del mismo, deducimos que al ser positivo, la empresa en cuestión puede hacer frente a sus pagos pendientes en el corto plazo. Y, además, cuenta con un fondo de maniobra de 1.500€.

Lo ideal es lograr que el valor sea siempre positivo. De este modo, la empresa puede estar tranquila y disfrutar de un bienestar financiero óptimo.

No obstante, en caso de que el resultado fuera negativo habría que realizar un análisis detallado de sus causas para entender a qué factor se debe y poder proponer la mejor solución, pero te dejo aquí algunos casos habituales que podrían ayudarte:

  • Solicitar un aplazamiento de pagos cuando sea posible. Por ejemplo, negociar con los bancos para alargar el plazo de los préstamos o solicitar una carencia temporal.
  • Adelantar el cobro a tus clientes. Establecer como condiciones de contratación el pago anticipado de una parte del presupuesto. Esto suele mejorar considerablemente el flujo de entrada de dinero, además te evita problemas de cobro futuros y para mi personalmente es un indicador clave de si será un buen cliente o no. Otra opción es acudir a un banco y adelantar las facturas que tengamos pendientes de cobro (con sus respectivos costes y riesgos).
  • Ofrecer ventajas por pagos rápidos. En relación con lo anterior, otra posible medida sería ofrecer a tus clientes determinadas ventajas por adelantar sus pagos. Estas pueden ser descuentos o bonus extra en tu producto o servicio.
  • Negociar pagos de proveedores. Sobre todo los plazos. Así contarás con mayor tiempo para sanear tus cuentas y no perder liquidez.
  • Vender el stock con descuentos. Si el problema se debe a un elevado stock que sigue en nuestro almacén, podemos realizar ventas tipo outlet o con descuentos, para convertir las existencias en liquidez.

Estas son solo algunas propuestas a llevar a cabo si se obtiene un fondo de maniobra negativo. Recordemos que, si el resultado es igual a cero, también es momento de hacer sonar las alarmas y tomar medidas preventivas para evitar situaciones de riesgo.

Conclusiones sobre el fondo de maniobra

A pesar de ser un cálculo muy sencillo, es imprescindible analizar cómo está compuesto el fondo de maniobra, aunque el resultado sea positivo, ya que si se debe a un alto nivel de existencias o deudores, si se revisa en detalle, podría acabar siendo negativo al tener stock obsoleto o a facturas incobrables. Siempre es importante afinar el dato y una consultoría de negocio podría ser de gran ayuda para detectarlo.

Sea como sea, contar con un profesional experto en la materia, te ayudará a tenerlo todo bajo control y a garantizar el bienestar financiero de tu negocio. Ponte en contacto conmigo y hablamos sobre posibles soluciones a aplicar en tu empresa.

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