¿Cuáles son las diferencias entre EBIT y EBITDA?

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En el mundo de las finanzas empresariales, entender los indicadores clave es esencial para tomar decisiones informadas. Dos de estos indicadores, EBIT y EBITDA, son cruciales para evaluar la salud financiera y operativa de una empresa. 

Aunque estos términos a menudo se utilizan de manera intercambiable, sus diferencias fundamentales ofrecen perspectivas dispares sobre el rendimiento de una empresa.

A continuación, profundizaremos en su definición y en las diferencias más destacadas entre ambos. Veamos qué es el EBITDA y el EBIT y cuál es la línea que los separa.

EBIT y EBITDA: Definiciones

Antes de pasar a describir las diferencias entre los términos EBIT y EBITDA, es fundamental comprender las definiciones de ambos términos.

Por su parte, el EBIT o ganancias antes de intereses e impuestos, es un indicador financiero que refleja la rentabilidad operativa de una empresa antes de considerar los efectos de los gastos financieros e impuestos. 

En otras palabras, el EBIT mide la capacidad de una empresa para generar beneficios exclusivamente a través de sus operaciones comerciales y las inversiones que realiza a través de las amortizaciones anuales, pero sin tener en cuenta los costes asociados con la financiación o las obligaciones tributarias.

En lo que respecta al EBITDA, se trata de las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.

Estos dos últimos elementos representan la disminución del valor de los activos a lo largo del tiempo, y su exclusión en el cálculo del EBITDA proporciona una imagen más clara de la capacidad de generación de efectivo de la empresa a través de sus operaciones ordinarias, ya que la depreciación y amortización son conceptos contables, pero no salidas de caja.

Diferencias entre EBIT y EBITDA

Ahora que hemos visto qué es EBITDA y EBIT, pasemos a detallar las diferencias clave entre estos dos indicadores financieros esenciales. 

Recordemos que se trata de indicadores que desempeñan un papel esencial en la evaluación financiera, pues ambos proporcionan una visión de la rentabilidad y eficiencia operativa, permitiendo comparaciones entre empresas y facilitando la toma de decisiones financieras. 

Su importancia radica en medir la eficiencia operativa, analizar sus ratios sobre el endeudamiento, planificar financieramente y comunicar la salud financiera a los accionistas. 

Ambos son herramientas vitales para aquellos que buscan comprender y evaluar el rendimiento financiero de una organización.

Por último, para una mejor comprensión de ambos conceptos, te invitamos a conocer la diferencia entre rentabilidad económica y financiera. Ambas son medidas cruciales para evaluar el rendimiento financiero de una empresa desde perspectivas diferentes.

Inclusión de la depreciación y amortización

Entre las diferencias entre EBIT y EBITDA más destacadas, encontramos la inclusión de depreciación y amortización en el cálculo del primero. 

Mientras que el EBITDA solo considera los ingresos y los costes operativos directos, el EBIT también tiene en cuenta la depreciación y amortización en el resultado final. 

El EBIT tiene en cuenta parcialmente las inversiones realizadas por la empresa en años anteriores, mientras que el EBITDA se centra en la rentabilidad únicamente de las operaciones del negocio, sin tener en cuenta la inversión en activos.

Salud operativa

Otra diferencia notable es que el EBITDA se centra exclusivamente en la rentabilidad operativa, lo que significa que se enfoca en la capacidad de una empresa para generar ingresos y gestionar sus costes operativos. 

Esta métrica es especialmente útil para evaluar la eficiencia de la gestión en las operaciones principales de la empresa. 

Por otro lado, el EBIT tiene en cuenta tanto la depreciación como la amortización, lo que puede influir a la hora de analizar diferentes empresas y sectores, ya que cada empresa puede tener diferentes políticas de depreciación.

Aplicabilidad en los diferentes sectores 

Si seguimos analizando las diferencias entre EBIT y EBITDA, podemos hacer alusión a la aplicabilidad en los diferentes sectores empresariales. En este sentido, la elección entre EBITDA y EBIT puede depender del sector en el que opere una empresa. 

Por ejemplo, en industrias intensivas en activos, como la manufactura o la industria automotriz, donde la depreciación de activos desempeña un papel significativo, el EBITDA puede proporcionar una imagen más precisa de la rentabilidad operativa. 

Por otro lado, en sectores donde la depreciación y amortización son menos relevantes, como en empresas de servicios, el EBIT podría ser suficiente para evaluar la rentabilidad operativa del negocio.

Ratios sobre endeudamiento 

Para acabar, debemos mencionar otra diferencia entre EBIT y EBITDA clave. Se trata del modo en que afectan a los ratios sobre el endeudamiento.

El EBITDA, al no tener en cuenta tanto las amortizaciones como las depreciaciones, proporciona una visión más real de la capacidad de la empresa para generar efectivo con sus operaciones ordinarias del negocio, antes de hacer frente a sus obligaciones financieras. 

Mientras que con el EBIT, al restar la amortización y depreciación que son datos que vienen de la normativa contable (son gastos históricos pero no son salidas de caja del año en curso), parecerá que la empresa tiene menor capacidad para hacer frente al endeudamiento. 

Si bien algunos pueden defender la idea que al menos el EBIT tiene en cuenta de forma parcial las inversiones, la realidad es que tan sólo tiene en cuenta las inversiones históricas. Por tanto, el mejor dato sería utilizar el EBITDA ajustando la inversión del año en curso en activos tangibles e intangibles.

Diferencias entre EBIT y EBITDA: Conclusiones

En resumen, mientras que tanto el EBIT como el EBITDA son indicadores valiosos para evaluar la salud financiera y operativa de una empresa, sus diferencias fundamentales radican en la inclusión de la depreciación y amortización. 

La elección entre uno u otro depende de la naturaleza de la empresa, su sector y los aspectos específicos que se deseen analizar. 

Los inversores y analistas financieros deben considerar cuidadosamente estas diferencias al utilizar estas métricas para, así, poder tomar decisiones informadas sobre inversiones y evaluar el rendimiento empresarial. 

En última instancia, comprender las particularidades de EBIT y EBITDA permite una interpretación más precisa de la situación financiera de una empresa y contribuye a una toma de decisiones más fundamentada.

Si necesitas ayuda para manejar estos indicadores, ponte en contacto conmigo. Tras analizar tu negocio, los calcularemos y obtendremos información de alto valor.

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