La rentabilidad es uno de los aspectos que más preocupa a las empresas. Por ello, resulta conveniente realizar de forma periódica un análisis de viabilidad.
Normalmente, éste se realiza al inicio de una actividad o proyecto, pero también se puede llevar a cabo en otras fases para garantizar que la empresa siga siendo rentable y sus diferentes departamentos no estén asumiendo pérdidas significativas de dinero o corren el riesgo de empezar a generarlas.
Para ello, realizar un análisis de viabilidad se vuelve una pieza clave. Así podremos obtener toda la información que necesitamos como empresarios para tomar decisiones que garanticen los beneficios y cash flow de la organización.
A continuación, te cuento qué es y cómo hacer un análisis de viabilidad.
¿Qué es un análisis de viabilidad?
El análisis de viabilidad de un proyecto o empresa, visto desde una perspectiva amplia, es aquel estudio que se lleva a cabo para determinar si éste tendrá éxito o no. En él se consideran cuestiones económicas, legales, técnicas e, incluso, medioambientales y sociales.
Todos aquellos factores que puedan influir en los resultados de una empresa tienen cabida en este tipo de análisis. De aquí se obtienen beneficios como los siguientes:
- Evitar pérdidas de dinero. Tras realizar un análisis de viabilidad, se deberán tomar decisiones que no pongan en riesgo la economía de la empresa. Gracias a ello, si se habían producido pérdidas, se frenarán y, si no, se evitarán.
- Optimizar recursos. La información obtenida será clave también para decidir qué y cuántos recursos se van a destinar a determinadas actividades.
- Buscar financiación. Y, por último, otro de los beneficios del estudio de viabilidad es poder presentarse ante inversores o entidades bancarias para solicitar financiación. Para conseguirlo, los resultados deben ser favorables y presentarse de forma atractiva, demostrando una alta capacidad de generar beneficios y cash flow.
Análisis de viabilidad económica de una empresa o proyecto
Si nos centramos en el análisis de viabilidad económica, únicamente hablaremos en términos de retorno de la inversión. Esta actividad se centra en analizar cualquier dato económico y financiero para comprobar si se han obtenido los beneficios esperados o si se podrían obtener.
Por otro lado, informa sobre si el proyecto ofrecerá ganancias a medio o largo plazo, o por el contrario, estaremos ante una situación de pérdidas.
Adicionalmente, nos da visibilidad sobre el nivel de ventas que deberemos alcanzar para que sea un proyecto rentable y que podamos contrastar si es viable y creíble poder alcanzar esos objetivos comerciales.
En caso de que el proyecto o empresa no resulte viable económicamente, habrá que tomar decisiones importantes como el cambio de rumbo o desechar la idea, si estamos en etapas iniciales.
En este sentido, el análisis coste-beneficio es fundamental. De aquí obtendremos datos muy importantes para tomar decisiones.
Para acabar con la definición de análisis de viabilidad económica, es vital resaltar que dicha viabilidad viene determinada también por aspectos como los que mencionamos antes; legales, técnicos, medioambientales y sociales.
¿Cómo hacer un análisis de viabilidad de una empresa?
Una vez que hemos definido el concepto, veamos cómo se lleva a cabo este tipo de análisis en la práctica.
Es recomendable que las empresas realicen estos estudios al inicio de un proyecto, pero también ocasionalmente para garantizar que todo va bien, más aún si han detectado que los resultados empezaron a fluctuar o a no ser lo que se esperaba.
Veamos las etapas del análisis de viabilidad de una empresa.
Análisis preliminar
Este es uno de los pasos más relevantes de todos. Antes de adentrarnos en el análisis en sí, es vital evaluar el proyecto para asegurar que no existen impedimentos obvios que van a frenar su puesta en marcha.
Hablamos de temas evidentes como presupuestos desmedidos, plazos inasumibles, leyes que impiden la actividad o falta de recursos para acometer las acciones que el proyecto requiere.
Viabilidad del mercado
Como segundo paso, es necesario analizar si el proyecto o la empresa tiene viabilidad en el mercado. Éste se lleva a cabo para determinar el público objetivo y conocer la posible acogida que tendrá la empresa o el nuevo producto o servicio entre este público objetivo que se ha definido.
También se analiza cuáles serán los canales de adquisición de clientes, si podremos tener sinergias con líneas de negocio actuales, qué precios de venta o ticket medio estableceremos, etc.
De aquí también se puede extraer información sobre posibles riesgos que puedan afectar a la actividad. En definitiva, sirve para conocer si hay oportunidad de mercado o no.
Viabilidad técnica
Cuando hablamos de viabilidad técnica también nos referimos a la parte operativa. Para ello, es preciso evaluar si la empresa cuenta con el equipamiento y personal necesario para que un determinado proyecto se desarrolle.
Para que el proyecto sea viable, es imprescindible poder contratar al personal adecuado para desarrollar esa actividad y poder adquirir la tecnología o maquinaria necesaria para desarrollarlo.
Igualmente, en este punto se determina si hay algún aspecto legal que haya que considerar.
Viabilidad financiera
Una vez hemos determinado la viabilidad del mercado y técnica, debemos llevar a cabo un análisis de viabilidad económica propiamente dicho.
De aquí se obtienen datos como los ingresos esperados, los márgenes que se van a obtener según los costes variables, las inversiones necesarias y el tiempo y dinero requeridos para alcanzar los objetivos del proyecto o la empresa.
También determinaremos el número de clientes que hay que captar y que son necesarios para llegar a breakeven o empezar a generar beneficios. Este dato se calculará en función del ticket medio de venta, los márgenes comerciales por venta y el total de costes fijos que tiene la empresa o proyecto. Este ejercicio servirá para contrastarlo con la viabilidad del mercado y si ese número de clientes es alcanzable.
Es importante detectar a tiempo cómo un nuevo proyecto o actividad va a afectar al flujo de caja de la compañía.
Además del cash flow, también analizaremos cuál es el retorno de la inversión esperado para compararlo con nuestras actividades actuales o para decidir entre varios proyectos.
Puntos vulnerables
Tras analizar la viabilidad económica, de mercado, técnica y operativa, lo ideal es hacer un estudio exhaustivo de los datos extraídos para detectar posibles incongruencias que pudieran afectar al proyecto.
Así, por ejemplo, si a nivel técnico existen complicaciones, es momento de sopesar si son asumibles o no.
Decisión final
Con toda la información analizada y meditada es el momento de decidir si el proyecto es viable o no. Este estudio no determina en sí la decisión que se debe tomar, sino que nos da los datos que necesitamos para nosotros mismos llegar a una conclusión.
En función de la envergadura del proyecto, puede ser más sencillo o más complejo. Pero en cualquier caso, el análisis de viabilidad es una gran herramienta para las empresas.
Si necesitas ayuda para realizar un análisis de viabilidad en tu empresa, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Podemos darte el apoyo que tu empresa requiere para decidir si un proyecto es viable en el mercado.