¿Qué tipos de financiación empresarial existen?

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En este ámbito, siempre es bueno que una organización limite su endeudamiento y utilice sus fondos propios para invertir. No obstante, emplear únicamente recursos de la empresa puede reducir las posibilidades de crecimiento, y ahí es donde entran en juego los diferentes tipos de financiación empresarial que existen.

En este sentido, detrás de toda decisión financiera debe haber una planificación estratégica que haya determinado los rendimientos que se pueden obtener y la forma en la que se va a hacer frente a las responsabilidades que acarrea. 

Esto es algo que un CFO externo sabe a la perfección. Por ello, a continuación, explicaré detalladamente cuáles son los tipos de financiación para empresas que existen y en qué casos conviene recurrir a uno u otro.

Tipos de financiación para empresas

Conocer los tipos de financiación para empresas es de suma importancia. De hecho, es algo que puede influir directamente en el éxito y la supervivencia de un negocio. 

Esta información te ayudará a diseñar tu estrategia de crecimiento, mitigar riesgos, adaptarte a situaciones cambiantes, optimizar costes o aprovechar oportunidades.

En los siguientes párrafos mencionaré el tipo de financiación ajena que existe.

Financiación bancaria

Su funcionamiento es muy similar al de los préstamos a consumidores. En este caso, la empresa obtiene de la entidad financiera una determinada cantidad de dinero. Para acceder a él, habrá que justificar la necesidad del mismo y presentar un plan que acredite que la inversión que en la que se va a emplear puede ser rentable.

Además, la entidad pasará por un estudio de solvencia en el que se analizará en detalle su situación financiera. Por tanto, habrá que preparar bastante documentación y asegurarse de que esté totalmente al día.

Concedido el préstamo, la empresa debe llevar a cabo la amortización del mismo en los plazos pactados. Abonando en cada letra una parte del principal de la deuda y otra de intereses, que en estos casos suelen ser fijos.

En relación a ello, también conviene citar los siguientes tipos de financiación:

  • Préstamos ICO. Están gestionados por entidades bancarias y tienen aval público. Una de sus mayores ventajas es que suelen tener plazos de carencia en los que no se pagan intereses, o incluso no se paga nada durante unos meses. Pero al tener una dimensión pública, no siempre están disponibles.
  • Crédito bancario. Se trata de una línea de crédito similar a un préstamo, pero la diferencia es que la empresa tiene el dinero a su disposición y hace uso de él cuando lo necesita. Pagando intereses únicamente por aquella cuantía que sí ha empleado.

Recuerda que el préstamo bancario es la opción más clásica y consiste en pedir dinero prestado a una entidad bancaria a cambio del interés pactado. 

Financiación privada

Algunos tipos de financiación empresarial, como la venta de acciones o participaciones a un fondo de inversión, a un nuevo socio, o a un business angel, implican la entrada en el negocio de terceras personas.

Si te estás preguntando si esta es una buena idea, no tengo una respuesta concreta, porque depende mucho de lo que esperes para tu negocio. Si necesitas una inversión fuerte y más experiencia de la que puedes aportar tú mismo, puede ser una buena solución.

Por el contrario, si quieres mantener la propiedad de tu proyecto en tus manos y ser el responsable total de su devenir, entonces estas financiaciones no son adecuadas para ti.

En cualquier caso, antes de tomar la decisión lo ideal es contar con una consultoría de negocio que te asesore sobre las mejores opciones disponibles.

Veamos qué alternativas existen en este sentido:

  • Business Angels. Son inversores individuales, personas físicas, que deciden poner dinero en un negocio y aportar además su conocimiento y experiencia. Este es el tipo de financiación ajena que más interesa en algunas startups o empresas emergentes, porque implica obtener capital y una riqueza intangible formada por los conocimientos que aporta el inversor que se implica en el negocio.
  • Capital de riesgo. El dinero lo aporta un fondo de inversión, que obtiene a cambio acciones de la empresa. Es uno de esos tipos de financiación empresarial que solo están disponibles para compañías que tienen un alto potencial de crecimiento.

Financiación pública

Con frecuencia, las ayudas públicas pueden aportar un poco más dinero a las compañías. Capital que puede utilizarse para avanzar en materia de transformación digital, de innovación, etc.

Una de las más destacadas en nuestro país es ENISA (Empresa Nacional de Innovación). Se trata de una fuente de financiación que destaca por sus amplios plazos de devolución, que van de los 7 a 9 años; no requerir garantías ni avales; su carácter no participativo; o bajos intereses.

Además, cuenta con 6 líneas de financiación diferentes:

  • Jóvenes emprendedores
  • Emprendedores
  • Crecimiento
  • AgroImpulso
  • Emprendedoras digitales
  • Audiovisual e Industrias Culturales y Creativas

Crowdfunding

El crowdfunding es un tipo de financiación ajena que también se le conoce como colectiva o micromecenazgo. En otras palabras, se trata de un modelo en el cual un grupo grande de personas (generalmente a través de Internet), contribuye con pequeñas cantidades de dinero para financiar un proyecto, idea o empresa. 

En lugar de depender de un único inversor o institución financiera, el crowdfunding permite que muchas personas participen en el proceso de financiamiento.

En definitiva, permite a las empresas obtener recursos a través de pequeñas inversiones de personas que, a cambio, consiguen algún tipo de recompensa o uno de los productos de la compañía.

Amigos y conocidos

Por su especial trascendencia, merece hacerse una mención especial a la financiación empresarial con fondos de amigos y conocidos. Es un tipo de financiación en una empresa que implica poder hacer una inversión sin tener que pagar intereses.

Sin embargo, en estos casos hay que tener tanta precaución como cuando se le solicita dinero a un tercero. De hecho, es preciso destacar que estos tipos de financiación ajena puede acarrear un riesgo para las relaciones personales, expectativas y presión, escasez de capital a largo plazo y otros conflictos derivados de la falta de experiencia de los inversores.

Para cerrar este artículo, debes saber que, ya sea que elijas un tipo de financiación bancaria, privada o pública, lo ideal es contar con la ayuda de una consultoría de negocio. Este tipo de servicios te resultará útil para tomar la decisión más acertada.

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