Cómo debe ser un buen líder y un buen jefe: ¿Es lo mismo?

cómo ser un buen líder

A pesar de que en algunos ámbitos se utilicen de manera indistinta, los términos jefe y líder hacen referencia a dos roles empresariales muy diferentes entre sí.

Con el fin de aclarar los límites entre ambos y poder usarlos de manera correcta, a continuación explicaré cómo ser un buen líder y qué diferencias presenta este respecto al jefe.

Pero, antes de comenzar, es preciso destacar que podemos encontrarnos empresas en las que una misma persona ocupa ambos roles. Eso sí, no siempre ocurre así. Todo va a depender en parte de la visión empresarial de la persona y del modo en que dirige el negocio y a su equipo.

Sea como sea, estamos ante dos de los roles más significativos para lograr un trabajo eficaz y productivo.

Veamos cómo ser un buen líder y un buen jefe.

¿Cómo debe ser un buen líder?

De forma general, un líder es aquel profesional que guía a la empresa y a cada uno de sus miembros en la dirección correcta. Es decir, en aquella que va directa hacia el logro de sus objetivos. 

Para ello, es de vital importancia que éste comparta con el resto del equipo cuáles son y, además, los mantenga motivados para impulsar el buen desempeño laboral.

Por otro lado, son personas que dan ejemplo con su propio trabajo. Se podría decir que están en el terreno de juego, no en el banquillo.

Dicho de otro modo, un líder es el capitán de un barco, quien mira al horizonte para navegar siempre en la dirección correcta y toma decisiones en pro de la embarcación.

Pero ¿cómo ser un buen líder? Entre los valores o habilidades que deben poseer destacan los siguientes:

  • Entusiasta y buen motivador. Un buen líder debe incentivar a su equipo en la medida de lo posible para lograr cualquier reto que tengan por delante. Para ello, deben transmitir energía y entusiasmo.
  • Gran disposición para apoyar a los demás. Ayudar al equipo a dar lo mejor de sí mismo es vital como líder. Por ello, este deberá orientar y dirigir a cada uno de ellos, asignándoles tareas y responsabilidades claras.
  • Capacidad de asumir retos. En el camino, un líder se encontrará con situaciones en las que tendrá que tomar decisiones arriesgadas. ¿Es el momento de asumir riesgos? Lo primero que deberá hacer es responder a esta pregunta, valorando la situación y, más tarde, gestionar dicho riesgo para obtener los mejores resultados posibles. 
  • Resolución de problemas. En cualquier empresa o proyecto pueden surgir problemas de tipo estratégico u operativo que es necesario resolver. El líder es quien debería tomar el control de los mismos y dar una resolución rápida y eficaz.

¿Ser un buen líder y un buen jefe es lo mismo?

Como decíamos al inicio, estamos ante dos conceptos que hacen referencia a roles diferentes dentro de una organización.

Un jefe es aquel que tiene autoridad y poder sobre el equipo. En cambio, el líder es la figura que inspira y guía al mismo en la dirección correcta.

Es probable que haya organizaciones en las que ambos roles sean ocupados por la misma persona. Pero no tiene necesariamente que ser así siempre. 

Además, podemos encontrarnos también con organizaciones en las que los líderes son los responsables de departamento, no el director de la empresa.

Veamos de forma más precisa si ser un buen líder es lo mismo que ser un buen jefe:

  • Orientación. A pesar de que ambos trabajan orientados a resultados, el jefe pone más el foco en el resultado final, mientras que el líder lo hace tanto en los beneficios que se esperan como en el proceso en sí. 
  • Posición. Como mencionamos antes, el líder sale al terreno de juego y se involucra en todo el proceso junto al resto del equipo. Sin embargo, el jefe ocupa una posición más distante. Él ofrece los recursos que la empresa necesita para lograr los objetivos y maximizar su rentabilidad, pero no se involucra en las tareas diarias.
  • Organización. Se podría decir que un jefe supervisa que todo el equipo esté trabajando en sus tareas y según las indicaciones dadas. Sin embargo, el líder motiva y trabaja al lado de sus profesionales para que estos puedan alcanzar más fácilmente los objetivos establecidos.
  • Confianza. Normalmente es el líder el que goza de mayor confianza entre los miembros de un equipo. Éste empodera a cada uno de ellos para que tomen decisiones y asuman riesgos, siempre y cuando esto lleve a mejorar los resultados de la empresa.

En definitiva, ser un buen líder y ser un buen jefe van de la mano. Ambos roles deben complementarse para que el negocio fluya y se alcancen los objetivos marcados. Solo así se maximiza la rentabilidad del mismo y se logran resultados.

Cómo ser un buen líder: Consejos prácticos

Después de este análisis en el que hemos diferenciado cómo ser un buen líder y un buen jefe, es probable que surjan dudas sobre cómo dar el paso y convertirse en el primero. 

Esa figura que motiva, inspira, genera confianza y apoya al equipo para lograr los objetivos de la empresa y maximizar la rentabilidad de la misma. Si es tu caso, estos consejos prácticos son para ti.

Escucha a tu equipo

Si quieres ser un buen líder, lo primero que debes cambiar es tu actitud frente al equipo. Tus ideas están bien, pero escuchar las de los demás y sus opiniones puede llevarte a descubrir nuevas oportunidades que quizás no habías contemplado.

Esto, en la mayoría de los casos, da lugar a eventos o proyectos que suman crecimiento y rentabilidad al negocio.

Mejora la comunicación

Esta habilidad es clave para ejercer un liderazgo efectivo. Y, además, es crucial para transmitir a todo el equipo de manera concisa los objetivos que tiene la empresa y por los que deben trabajar.

Del mismo modo, es vital que cada uno sepa de manera clara qué tareas y responsabilidades posee. Por último, la comunicación debe ser totalmente constructiva y respetuosa.

Conviértete en un ejemplo a seguir

Si quieres saber cómo debe ser un buen líder, este consejo es de los más relevantes. Tu actitud, comportamiento e involucración en cada proceso, proyecto o tarea debe ser ejemplar. 

Igualmente debes trabajar de modo coherente con los valores y principios de la organización. La implicación del líder marcará la implicación del resto del equipo.

Ofrece retroalimentación

Si algo no cumple con las expectativas iniciales, lo ideal es ofrecer al equipo una retroalimentación clara y positiva sobre los errores con el fin de poder corregirlos. Esto es fundamental para que puedan mejorar y crecer.

Te recomiendo dar un listado de puntos clave sobre los que trabajar para aprovechar mejor el tiempo y otros recursos y así obtener una mejor rentabilidad de ellos.

Ahora que sabes cómo debe ser un buen líder, ¿estás listo para convertirte en uno? Si necesitas consultoría de negocios para maximizar la rentabilidad de tu empresa o resolver determinadas cuestiones que te preocupan, no dudes en contactarme.

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